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Botánica
ORGANOGRAFÍA
El tallo - 4ª parte
Profundizando en las células del tallo (continuación)
Estructura secundaria del tallo
a estructura secundaria del tallo se origina como resultado de la acción de dos meristemos secundarios laterales, uno en el cilindro vascular denominado cambium vascular, y otro en la corteza denominado cambium suberoso o felógeno; resultando un crecimiento en grosor del eje de la planta.
El cambium produce un aumento de los tejidos vasculares, formando xilema y floema secundarios, mientras que el felógeno produce tejidos protectores periféricos: felodermis y súber. Esta estructura se presenta en la mayor parte de las gimnospermas y angiospermas dicotiledóneas. En las monocotiledóneas el crecimiento secundario se realiza de modo diferente, originando una estructura distinta.
Ilustración Wikimedia Commons
El cambium, debido a divisiones celulares paralelas a su superficie, produce xilema secundario hacia el interior y floema secundario hacia el exterior. Esto hace que el floema secundario empuje hacia fuera al floema primario, mientras que el xilema secundario empuja hacia el centro del tallo al xilema primario.
El cambium produce tejidos conductores año tras año en las plantas leñosas, provocando que el tallo vaya aumentando de diámetro. El crecimiento secundario suele ser continuo en aquellas zonas tropicales donde no existen apenas diferencias estacionales, mientras que en las zonas templadas, en que las estaciones sí están bien definidas, el cambium alterna periodos en que mantiene actividad y otros en que se encuentra latente.
Existen determinadas especies de monocotiledóneas de tallos leñosos, más bien propias de regiones tropicales o desérticas, en las cuales se produce un tipo de crecimiento secundario originado por un cambium especial, que está presente en las partes más antiguas del tallo. Este meristemo origina unos haces conductores, en los que el xilema termina rodeando al floema. El denominado tejido conjuntivo, formado por el parénquima que rodea los haces conductores, se lignifica y genera desarrollos notables, ejemplo de las yucas o el drago de Canarias.
Impresionante tronco de un drago milenario
ubicado en la localidad canaria de Icod de los
Vinos (Tenerife - España)
El segundo meristemo secundario es el felógeno; en las plantas que lo presentan es responsable de su crecimiento en grosor. Las células del felógeno, que están situadas debajo de la epidermis, originan súber, corcho o felema hacia el exterior, sustituyendo a la epidermis que se seca y se desprende.
Por su parte, hacia el interior se forma una corteza secundaria denominada felodermis. El felógeno puede formar un cilindro completo, como en la haya o el abedul, o disponerse discontinuamente en escamas cóncavas superpuestas o arcos. La felodermis está formada por células parenquimáticas vivas. Al conjunto de la felodermis, felógeno y súber, se le llama peridermis. A los tejidos que quedan aislados por la actividad del felógeno y mueren, se les da el nombre de ritidoma, consistentes en porciones caducas de las cortezas arbóreas.